Mié, 29 de Jun de 2022
La famosa lealtad de Suiza a la neutralidad -incluso en tiempos de guerra- ha proporcionado el resquicio perfecto para que los espías rusos se cuelen en el país. Hugo Miller, de Bloomberg News, informa de que Ginebra se ha convertido este año en un "punto caliente" de espionaje.
Ginebra sigue siendo un "punto caliente" para el espionaje internacional y el número de agentes rusos que operan allí podría crecer desde las "varias docenas" que hay actualmente, según el servicio de inteligencia suizo.
"Recientemente, varios Estados europeos han expulsado a oficiales de inteligencia rusos, lo que podría llevar a los servicios rusos a desplegar sus fuerzas en Estados, como Suiza, que no han llevado a cabo ninguna expulsión", afirmó el Servicio Federal de Inteligencia suizo (FIS) en su último informe de situación publicado el lunes.
Las tensiones entre Suiza, tradicionalmente neutral, y Rusia se han agravado después de que Berna decidiera en febrero acogerse plenamente a las sanciones impuestas por la Unión Europea tras la invasión de Ucrania por el Presidente Vladimir Putin.
El Presidente suizo, Ignazio Cassis, declaró en mayo que la decisión de adoptar esas sanciones contra Rusia no significaba que hubiera perdido su credibilidad como centro de diplomacia, sino que mostraba "qué valores defendemos y dónde queremos trazar la línea".
Christian Dussey, que estuvo destinado en Moscú de 2000 a 2004 como diplomático suizo y asumió la dirección del servicio en noviembre, se hizo eco de estas preocupaciones en una entrevista concedida esta semana a Tages-Anzeiger.
"Ginebra sigue siendo el corazón de las actividades de espionaje en Suiza, y sabemos que varias docenas de funcionarios están activos allí en las misiones diplomáticas y consulares de Rusia", dijo Dussey.
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