Jue, 25 Abr 2024
La próxima votación en Ginebra sobre la prohibición de los símbolos de odio y la ampliación de los derechos políticos a los extranjeros podría suponer importantes cambios constitucionales.
El 9 de junio, los ginebrinos votarán una disposición constitucional para prohibir la exhibición de símbolos de odio en público.
Esto incluye la esvástica. Otras tres propuestas tratan de la eutanasia, las guarderías y la ampliación de los derechos políticos de los extranjeros.
Los cantones de Vaud y Friburgo ya han aprobado mociones para prohibir los símbolos nazis. Sin embargo, un voto afirmativo el 9 de junio convertiría a Ginebra en el primer cantón en consagrar dicha prohibición en su constitución.
A excepción de la UDC, todos los grupos apoyan este texto legislativo, que se inscribe en la lucha del cantón contra la discriminación y el odio.
La nueva disposición también cerraría una laguna legal, ya que actualmente no existe una prohibición explícita de este tipo a nivel federal.
Es probable que esto cambie pronto, ya que el Consejo Nacional ha seguido ahora al Consejo de Estados en el apoyo a los textos que prohibirían gradualmente el uso de símbolos racistas, de glorificación de la violencia y extremistas en público.
Los ginebrinos votarán también una iniciativa de los partidos de izquierda y los sindicatos para ampliar los derechos políticos de los extranjeros. El texto titulado "Une Vie ici, une Voix ici" amplía el derecho de sufragio activo y pasivo a nivel cantonal a los extranjeros que residan en Ginebra y lleven al menos ocho años en Suiza.
Actualmente, los extranjeros residentes en Ginebra tienen derecho a votar y a presentarse a las elecciones municipales. Para la izquierda, es hora de que los extranjeros puedan participar plenamente en la democracia cantonal.
En Suiza, sólo los cantones de Neuchâtel y Jura conceden a los extranjeros el derecho de voto, pero no el de presentarse a las elecciones cantonales.
La votación más reciente versa sobre la flexibilización de las condiciones laborales en las guarderías privadas. Una enmienda a la ley permite a estos centros contratar personal y pagar salarios mínimos.
Hasta ahora, las guarderías privadas estaban obligadas a pagar los mejores salarios habituales en el sector.
La derecha argumenta que la nueva ley fomentará la apertura de nuevas guarderías gracias al abaratamiento de los costes. La izquierda, los sindicatos y las asociaciones profesionales del sector de la atención a la primera infancia han lanzado un referéndum en contra.
El MCG rechaza la modificación de la ley porque conduciría a un aumento del empleo de trabajadores transfronterizos en detrimento de los empleados residentes.
©Keystone/SDA